En lo más elevado de Villarmentero de Esgueva, a su extremo norte, lindera a la campiña, se alza la Iglesia de Santa Juliana, parroquial y única para el poblado. Es un monumento de arte morisco, influido todavía por recuerdos románicos ya lejanos, y no vulgar, principalmente gracias a lo que pudo ser su cabecera y a lo que resta de tal propósito. Se proyectó una iglesia de tres naves, con testeros exteriormente rectangulares, más saliente el central, pero encerrando, dentro de sus macizos, ábsides redondos, según se ve en el único que permanece, al Evangelio.
(GONZALEZ TEJERINA, 1935)
Y es dentro de esta iglesia de Villarmentero de Esgueva donde ahora mismo hay una exposición temporal dedicada a María. La exposición dura hasta este domingo 12 de noviembre de 2023. Ve a verla si aún estás a tiempo.


Si esa fecha ya pasó, la exposición se habrá desmontado y ya no podrás visitarla. En ese caso, te contaré aquí por qué hablo de ella.
Ese ábside redondo del que habla González Tejerina tiene unos frescos que están tapados, o quizá ya desprendidos (TBD), no hay documentos que recojan cómo eran en su origen (hablamos del S.XIII).
Sólo se conservan pistas de lo que parecen pies, alas, un trono. A partir de lo que sí se ve, se ha recreado lo que quizás era.
Y con ocasión de la exposición, el comisario (D. Gregorio Casado) ha decidido desarrollar una recreación sirviéndose del trabajo de ilustración de Alberto Hernando. Han sido minuciosos respetando todos los elementos que sí se ven.
Y aquí es cuando por fin viene el motivo de por qué estoy hablando de esto. En la recreación, siguiendo el ejemplo de ábsides de la época, quisieron que hubiera letras. Y es cuando entré en escena.


Me dieron la lista de nombres que querrían que apareciesen escritos (Melchor, Gaspar, Baltasar, pastores, Mater Dei…) y así es como quedó tras montarlo en la recreación terminada. Una maravilla, que queréis que os diga. muy elegante.




Huelga aclarar, que el ábside sigue tal cual ha estado estos últimos siglos. Esta recreación se ha reproducido sobre un panel que está a pie de ábside para su disfrute durante la exposición.
En suma: un monumento de estirpe y arte muy españoles, muy comarcanos, e interesante, dentro de su modestia; aun mutilado e incompleto, como lo vemos.
(GONZALEZ TEJERINA, 1935)
Bibliografía:
González Tejerina, M. (1935). La iglesia de Santa Juliana de Villarmentero. (https://uvadoc.uva.es/handle/10324/50207)