Dibujando con Enrique Reche

El fin de semana del 20 y 21 de mayo estuve en Urueña dibujando con Enrique Reche. Aprendiendo a dibujar con lápiz y grafito de su mano. 

Primeras sombras en el dibujo

Ya había hecho mis intentos de dibujar. Pero no es lo mismo intentarlo sola en casa, que seguir las indicaciones de un artista de la altura de Enrique Reche. 

Reche tuvo el honor de, por ejemplo, retratar a Felipe VI para el Palacio Real de Valladolid. Quienes han visto ese retrato dicen que «sólo le falta hablar». El estilo realista, hiperrealista, de Reche hace que los retratos parezcan empezar hablar, y deja sin habla a quienes los miran. Hay multitud de noticias sobre sus exposiciones. Él mismo publica su trabajo en su perfil de instagram.

Y allí estaba como profe, tratando de explicarnos qué hacer para que nuestros dibujos a lápiz y carboncillo tengan buena pinta. El grupo de alumnos éramos muy variado. Nos dedicábamos, de forma profesional me refiero, al diseño gráfico, docencia, ingeniería y otras disciplinas que nada tienen que ver con el dibujo. Es decir, íbamos allí a disfrutar y pasar un buen rato.

Aquí dejo un pequeño vídeo de esos ratos dibujando con Enrique Reche

Dibujando con Enrique Reche

Bodegones

Nos propuso tres bodegones diferentes: unas alcachofas, unos rábanos y un botecito con agua y flores. Nada sencillo, porque una de las alcachofas estaba partida por la mitad, los rábanos iban con sus hojas y las flores tenían demasiados pétalos. Ninguna opción era sencilla, pero a eso íbamos, nos dijo, a retarnos. Yo elegí los rábanos:

Quería enfrentarme a la dificultad de hacer esas hojas. Que encima se iban volviendo cada vez más mustias según avanzaba el taller. Y esto fue lo que logré hacer:

Es importante el volumen (aplicar sombras y luces), apoyar los objetos (sombras sobre superficies o paredes) y para terminar llega el detalle: para que el amasijo de sombras pase a ser hojas, necesitaba nervios, ápices, haces, limbos, peciolos… poco a poco algunas hojas fueron apareciendo. Los rábanos fueron más fáciles. Se necesitan muchas horas y horas, práctica y práctica. Mucha paciencia, observación.

Empecé otro bodegón, el de las flores, quizá consiga acabarlo algún día.

Esther Gordo

Caligrafía. Trabajos caligráficos. Cursos de caligrafía.

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