Cómo mejorar la letra
Sois bastantes los que queréis mejorar la letra.
No habláis de escribir con pincel y colores. Ni de trazar góticas.
Habláis de conseguir cosas más básicas: ¡que se entienda lo que escribo, por Dios!
La historia nos avala
Llevamos siglos escribiendo. Y la caligrafía, es la que es. Y eso no cambia uses pincel, plumilla metálica, bolígrafo o lápiz.
Es decir, puedes escribir como quieras, a tu aire, inventando. Pero si tu intención es tener una escritura legible, ágil, armónica… ¡eso ya está inventado!

Tal y como expliqué en la entrada que hablé del ductus: podemos fiarnos de siglos de experiencia, ya hay un camino a seguir para trazar cada letra.
Mala noticia
El mejorar la escritura es un trabajo a largo plazo.
Al igual que lo es trazar una caligrafía inglesa (o cualquier otra) digna y armónica.
Se necesitaría una disciplina, un poco de ejercicios adecuados, las nociones correctas…
¡Al grano!
Acabo de enumerar mis consejos concretos, ahora los pongo en una lista para que lo veas más claro.
Entonces, qué puedes hacer para mejorar tu escritura:
- Basarte en nociones correctas: como las que te cuento en entradas que poco a poco voy publicando en el blog (escribir a lápiz, conocer el ductus, etc…). También imparto talleres intensos donde doy un montón de ideas, ejercicios, explicaciones… para que te las puedas llevar para practicar en casa.
La perserverancia y la paciencia como útiles caligráficos. - Ejercicios adecuados: Si no puedes asistir a cursos (ya sean los míos u otros), puedes seguir manuales de escritura, ya sabes, de los que tienen más años que tú y yo juntos. Por ejemplo: los de la Iampeth.
- Disciplina: por repetirme un poco: la mejora de la escritura se va logrando poco a poco, hay que insistir e insistir, practicar, y duro y dale. Si vas guardando tus ejercicios, con fechas, irás viendo tus mejoras.
No sé si eres de los que hacen algún deporte, o tocan algún instrumento. Los runners no echan a correr de repente un día con idea de hacerse 10km corriendo rapidísimo de un día para otro. Ni un músico de repente toca a dos manos el piano sin errores. ¡Hay que entrenar!
Una bonita escritura surge también de entrenamiento. Eh! Y te doy una buena noticia: la caligrafía requiere menos entrenamiento que ser virtuoso músico o magnífico deportista.